viernes, 11 de diciembre de 2009

Tres cuentos cortos


Uno
Don Dalí es un muñeco de nieve; todas las tardes si el clima me lo permite salgo a platicar con él. Mientras le enroscaba una bufanda rosa en el cuello un niño me preguntó si Don Dalí era gay. ¿Como va a ser gay, ni siquiera puede moverse? “Eso no tiene que ver con ser gay o no”. ¿Y a quien le importa? “¿Pues entonces porque le pones una bufanda rosa?” Porque Don Dalí es muy post-moderno, el hace lo que le da la gana. Míralo ahí sentadote sin preocuparse por lo demás, únicamente mira hacía el infinito esperando. “¿Y que espera?” Hace un momento esperaba su bufanda rosa, ahora solo él lo sabe. “No entendí lo de post-moderno” Yo tampoco, repito lo mismo que una vez me dijo Don Dalí. “¿Y que te dijo?” Soy post-moderno y después no habló más.

Dos
Tenía una maestra de teatro gorda con g de golosa, y tonta con t... pues con t de tonta. Pienso en ella cuando amarro mis agujetas, porque a mi maestra siempre le estorbaba la panza al agacharse, entonces ella se sentaba para llegar más fácilmente a la zona del amarrado del calzado. Y nuevamente su barriga le impedía realizar la acción de anudar. Viendo la esperanza alejarse, se acostaba bocarriba en el suelo, flexionaba las rodillas hasta que toparan con su busto y en esa posición era como amarraba sus tennis. Tanto trabajo para algo tan simple como gastar el dinero en un buen par de sandalias.

Tres
¿Se acuerdan de Don Dalí? Cuando me enteré que el final del invierno se acercaba cada día más, corrí a mi alacena, agarré un paquete de vasos desechables y empecé a llenarlos con trozos de mi post-moderno amigo. No me hubiese apetecido ver como un extraño llegaba al parque y destruía al muñeco de nieve. Por eso guardé cada pedazo, componente y fragmento, que formara parte de mi compañero de invierno. La primavera llegó y con ésta un calor insoportable. Entonces me puse a pensar en la post-modernidad de Don Dalí, vi sus restos en mi congelador...tan sabrosos. La Navidad siguiente me encontré al niño que antes había cuestionado la sexualidad de mi muñeco de nieve. “¿Donde está tú amigo de la bufanda rosa?” Lo último que recuerdo fueron los granizados de limón que me preparé durante la calurosa primavera.


Alma Chacón, "Almandarina"
Yucatán, México

2 comentarios:

  1. Jaja, me encantó el tono que tiene. Se me hace cómico y muy familiar; la plática que podrías tener con un amigo
    Felicidades, espero que el proyecto siga así :D

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  2. Qué buenos cuentos cortos. Soy fan.
    Saludos =)

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